Ejercicio de Escritura

Cuando yo era pequeña, tenía muchas muñecas en mi cuarto. Me pasé muchas horas a jugar con esas muñecas y todas tenía nombres, vidas, y tenía relaciones entre las otras. Mi fantasía favorita era que yo estaba un doctora y mis muñecas son pacientes. Yo fingía que las chicas son muy enfermas, y tenían enfermedades extranjeros. Algunos veces, mi hermana y yo habíamos compartido en esas experiencias y habíamos creado unos mundos espectaculares. Habíamos fingido que las muñecas podían volar, y habíamos tiradolas abajo de las escaleras. Y todas las noches, había arropadolas en sus camas creativas, y las besaba buenas noches.

Un día, noticié que unas de las muñecas no estuvo en la misma lugar que donde había puesto la noche pasada. Se grité a mi hermana porque había pensado que ella entró en mi cuarto cuando dormía. Pero el día próxima, la muñeca fue sentando en el centro del cuarto. Yo la pusé en el armario y cerré la puerta. Aunque, esa noche, me desperté de una mano pequeña. La muñeca estuvo colocando al lado de mi en mi cama. Al primero, yo oculté debajo de las sabañas pero ella me persuadió.

“María, está bien” dije a mi, “quiero mostrarte algo”. Con estas palabras, ella grabó mi mano, y empezamos flotar. Juntos, flotamos arriba de mi casa, donde podíamos ver yo en mi cuarto, pero tenía muchas mas años que como tenía en el momento.

“Esta es tu en algunos anos” dice la muñeca, “en algunos anos no yo podía existir, porque no tú creería, es necesario que tú continuas creer.” Por muchas meses, todas las noches esta muñeca me visitó en mis sueños. Teníamos muchas aventuras en la noche, porque sola en la noche la muñeca vivía. Yo traté creer por mucho tiempo, pero finalmente, la muñeca no existe en su forma vivida. Y un día, la muñeca no existe nada mas, ella desapareció, como mi niñez